Leandro Suárez (30) fue condenado este mediodía a prisión perpetua por el crimen del kiosquero Roberto Sabo (49), quien fue asesinado a balazos durante un robo en Ramos Mejía el último 7 de noviembre.

Así lo dictaminó ​el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de La Matanza. La sentencia coincidió como el pedido de fiscalía y la querella.

El jueves pasado, en lo que fue la segunda jornada del juicio, el fiscal Sergio Alejandro Antín había pedido que el acusado sea condenado a perpetua, al asegurar que no existió un forcejeo entre la víctima y el homicida y que éste «ejecutó» al comerciante de cuatro disparos.

En su alegato, el fiscal había solicitado se condene a Suárez por los delitos de «homicidio calificado con la participación de una menor de edad, robo calificado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra».

En su alegato, el fiscal había solicitado al TOC 2 que condene a Suárez por los delitos de «homicidio calificado con la participación de una menor de edad, robo calificado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra».

De esa manera, Antín rechazó la hipótesis del forcejeo planteada por el acusado, al asegurar de manera contundente que Suárez «efectuó cuatro disparos contra la víctima, dos que impactaron en el rostro y dos en el tórax. Todos fueron a corta distancia, de forma descendente, casi a modo de ejecución».

El pedido del representante del Ministerio Público coincidió con lo solicitado por la querella, a cargo de los abogados Humberto Próspero y Juan Triverio, quienes también dijeron que en el juicio quedó acreditado que el kiosquero no se resistió al robo y reclamaron que se condene a Suárez por el mismo delito y que se lo declare reincidente.

Triverio consideró que Suárez actuó con un «desprecio total y absoluto por la vida humana». Próspero, además, pidió que se lo condene a «reclusión perpetua por tiempo indeterminado».

Por su parte, la defensa del acusado había solicitado una condena de 15 años de cárcel por «homicidio en ocasión de robo» al considerar que no existían pruebas que indiquen que el acusado tuvo intención de matar.

Este martes, horas antes de la decisión del tribunal, el padre de la víctima se había mostrado esperanzado con la decisión de los jueces. «Creo que el juicio va a tener un buen fin», dijo Pedro, quien soltó entre lágrimas: «Después del juicio quedé mal, peor de lo que estaba porque escuché lo que dijo el asesino. Cómo me lo mató. Ni a un perro lo matan de esa manera».

«Encima pide disculpas, no puede pedir disculpas esa persona. No puede ser esa persona en la sociedad. Si lo largás, vuelve a hacer lo mismo», exclamó en diálogo con TN.

Nicolás, uno de los hijos de Sabo, también había reclamado justicia por su padre: «Espero que de una vez por todas se terminen estos momentos de mierda y que tanto mi viejo como nosotros podamos tener un poquito de paz».