El huracán Helene ha dejado una estela de destrucción a su paso por el sureste de Estados Unidos, causando la muerte de al menos 47 personas y dejando daños valorados entre 95 mil millones y 110 mil millones de dólares, según estimaciones de expertos. Este fenómeno natural podría convertirse en una de las tormentas más costosas en la historia reciente del país.

El número de muertos podría aumentar en los próximos días, ya que los equipos de emergencia continúan sus labores de rescate en varios estados afectados. Los restos del huracán, degradados a ciclón postropical, siguen generando intensas lluvias y peligrosas inundaciones en la región.

El huracán ha dejado a su paso un rastro de destrucción que incluye fallos en presas, inundaciones masivas y cortes de energía en al menos cinco estados, afectando a más de 3 millones de clientes. Carolina del Sur y Georgia son las regiones más afectadas, con más de 1.7 millones de personas sin electricidad.

Las fuertes lluvias han provocado el desbordamiento de ríos y el colapso de infraestructuras. En Carolina del Norte, el condado de Yancey reportó 30 pulgadas (76 cm) de lluvia, mientras que en Atlanta cayeron 33 cm, afectando gravemente a las cosechas de algodón y nueces pecanas, dos productos clave para la economía del estado.

El paso de Helene por áreas montañosas de Tennessee y Carolina del Norte ha dejado comunidades aisladas. En Chimney Rock y Spruce Pine, el paisaje es desolador, con calles inundadas y casas arrastradas por los ríos desbordados. Las carreteras interestatales y caminos rurales quedaron bloqueados, complicando los esfuerzos de rescate.

Uno de los eventos más dramáticos ocurrió en el condado de Unicoi, Tennessee, donde más de 50 personas fueron rescatadas del techo de un hospital que quedó completamente rodeado por las aguas.

Los equipos de emergencia han trabajado incansablemente para rescatar a miles de personas atrapadas por las inundaciones. En Florida, el estado más afectado por la tormenta inicial, se han realizado 78 rescates acuáticos y varias áreas permanecen inaccesibles.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, informó sobre el fallecimiento de 11 personas en el estado, mientras que en Georgia y Carolina del Sur se registraron 15 y 19 muertes respectivamente. El presidente Joe Biden y la directora de FEMA, Deanne Criswell, expresaron sus condolencias a las familias afectadas y anunciaron que seguirán monitoreando la situación para apoyar en las labores de reconstrucción.